domingo, 23 de noviembre de 2008

Consumismo: ¿Somos productos o consumidores?


Hace algún tiempo, (y no digamos que mucho tiempo en realidad), los seres humanos no necesitabamos de tantas cosas para ser felices. Nos bastaba con tener lo necesario para alimentarnos, un techo sobre la cabeza y calor para pasar el invierno. Solo de éso necesitabamos para ser felices. Pero el mismo avance de la tecnología y el paso del tiempo hicieron que las cosas cambiaran, y cambiaran muchísimo. Ya no basta con tener el dinero suficiente para cubrir nuestras necesidades básicas con el fin de estar bien con nosotros mismos, sino que además es necesario tener más, algo que nos haga diferenciarnos de nuestros pares, lo mejor, lo que está de moda, lo último que ha salido al mercado para obtener status.

La aldea global nos ha hecho cambiar tanto como para que algo así ocurriera? Claro, como sociedad hemos cambiado una enormidad. Los mismos avances tecnológicos, el acceso a muchísima información y un acelerado ritmo de vida han hecho que el precio de las necesidades bajen. Las naciones con mejores ingresos se enriquecieron más aun. Y nació una necesidad nueva de los mercados. Cuando tienes la "guatita llena", es muy improbable que te intereses en comprar alimentos. Si tienes un techo, para qué querrías conseguir otro? Con un pedazo de madera o una poca energía eléctrica tienes suficiente calor para soportar el frío. Y ningún mercado que quiera enriquecerse puede sobrevivir con esas limitantes.

Se necesitó, entonces, hacerle frente al comercio desde otro prisma: si hay un límite de bienes que son considerados como imprescindibles, entonces habrá que crear una necesidad de bienes prescindibles. El incremento de la oferta generó una transformación de nuestros hábitos de consumo. Fue así como nació el consumismo...

De Consumo, Consumismo y Materialismo
Consumir está bien. Pero, consumir desmedidamente, no tanto. Según Wikipedia, "el consumismo es un término que se utiliza para describir los efectos de igualar la felicidad personal a la compra de bienes y servicios o al consumo en general." El Compro, luego existo, en reemplazo del Pienso, luego existo. Es esa necesidad que tienen algunos de cambiar constantemente sus teléfonos móviles, por miedo a perder status social, a ser menos que sus pares. Es lo que obliga a miles de personas a hacer filas frente a las tiendas para comprar, por ejemplo, un iPhone. Es ese enceguecimiento, esa compulsión, que nos obliga a comprar algo antes de preguntarnos si realmente lo necesitamos.

Muchos atribuyen esa necesidad de consumir a la falta de identidad, de propósito, de realización personal, de la humanidad actual. Al tener la vida más fácil que nuestros antepasados, las sociedades ricas pierden su propósito. Y aquellos individuos que no encuentran "su misión en la vida", tratan de comprarla.
El consumismo, comprar por comprar, también es un mandato social, agudizado por lo que las corporaciones nos han hecho creer. Porque, en definitiva, ¿no son las personas con el último teléfono móvil, que siguen ciegamente las modas, que tienen el mejor coche del mercado, las que gozan de mejor status social? Consumir, tener tal o cual cosa, no solo habla de nuestros gustos, sino deja en claro que tenemos el dinero suficiente como para dárnoslos. Y el dinero, es poder, es status. Pero el dinero sin bienes que lo acrediten es algo intangible. La demostración de status pasa entonces por tener cosas que hablen de cuanto dinero tenemos.

Lo peor del caso es que ha quedado demostrado que la felicidad no se puede comprar. Las sociedades ricas, presas del consumismo, son las que, estadísticamente, registran mayores casos de depresión, alcoholismo, crimen, ansiedad, obesidad y suicidios. Ya lo dicen en la película El Club de la Pelea: "La publicidad nos tiene persiguiendo autos y ropas, trabajando en trabajos que odiamos para comprar cosas que no necesitamos". Y eso las empresas lo saben, razón por la cual la obsolescencia planeada es regla.

Pero, entonces, ¿cómo es posible que esto suceda? ¿No somos seres pensantes, acaso? Y hay que decirlo, aunque a muchos les pueda resultar ofensivo, está comprobado que una de las causas primarias del consumismo es la baja autoestima. Según un estudio de la Universidad de Chicago, hay evidencia que señala una relación entre la baja autoestima y el materialismo. Pero, lo que es más importante e interesante, también hay evidencia que el consumismo y el materialismo son causantes de baja autoestima. Una paradoja perfecta. Veámoslo así: Tú tienes baja autoestima. Te compras el último y más caro automóvil del mercado, y te sientes bien contigo mismo. Pero, pronto descubres (al menos inconcientemente), que mides tu valor en relación a las cosas que tienes, y no por lo que eres. Eso te genera más baja autoestima y compras otra cosa. Y así, en un círculo vicioso. El mismo estudio, asegura que a medida que la autoestima se incrementa (por la realización personal, y no por consumir), el materialismo (y, por lo tanto, el consumismo) decrece. Y no es ilógico si lo piensas. ¿O acaso no es el que tiene el auto más grande el que, se supone, tiene el pene más pequeño?

Seres primitivos
Otra causa primaria del consumismo está totalmente relacionada con nuestros cerebros primitivos. Y eso es ineludible para cualquier individuo, tenga o no baja autoestima. El mismo mecanismo que logró nuestra supervivencia a través de las eras más despiadadas, que logró que sobreviviéramos a periodos glaciares, a pestes y hambrunas, a desastres y guerras, es el que nos obliga a consumir para sobrevivir. Es que, en nuestros cerebros, tenemos la noción de que más, es mejor. Para nuestros antepasados esto era una realidad, una verdad absoluta. Mientras más comida, por ejemplo, mayores oportunidades de supervivencia tenían. El problema ahora es, como ya dijimos, que estamos más allá de nuestras necesidades básicas, las tenemos saciadas. No tenemos depredadores que amenacen nuestra existencia. Las hambrunas son cosas de países menos desarrollados. La sociedad nos brinda todo lo que necesitamos. Aún así, el mecanismo primitivo sigue activo. La sociedad, nuestra sociedad, evolucionó más que nuestro instinto y no tenemos la capacidad de decir: "es suficiente". Siempre queremos más, porque estamos programados para que así sea. Pero, y he aquí el problema, aunque estamos programados para querer más, no estamos programados para disfrutar más de lo que tenemos.

Estudios de la Universidad de Emory descubrieron que, ante la anticipación y el deseo de comprar un producto, somos recompensados por nuestro cerebro con un estallido de dopamina. Solo la anticipación lanza esta recompensa, no la compra. Pero, al sentirnos bien ante esta sensación, la mayoría de los individuos (y más los que tienen baja autoestima) compran el producto en cuestión. El resultante es que la sensación de satisfacción se esfuma en cuestión de minutos luego de la compra.

Por esto, y así como hay algunos adictos al peligro (por la adrenalina resultante), hay otros que son adictos a las compras (por los escasos minutos de satisfacción que les brinda la anticipación). Siguiendo con nuestros cerebros primitivos. Investigadores de la Universidad de Bonn descubrieron que los humanos no es que desean tener más, realmente, sino que desean tener más que los demás. La competencia, totalmente necesaria para la evolución de la especie, hoy nos está jugando una mala pasada.

¿Y por qué la recompensa ante del deseo y insatisfacción ante las compras? Eso es un estado paradójico de nuestros cerebros. Por un lado, deseamos más, porque así estamos programados. Pero, por el otro, nuestro cerebro está acostumbrado que a los humanos nos falten cosas. Requiere, pide, ante la escasez de nuestros antepasados. Pero se confunde ante la sobreabundancia que nos rodea.

¿El consumismo es malo? Sí, lo es. Consumir está bien. Así sostenemos la economía del mundo globalizado y nos damos algún que otro lujo necesario. Pero el consumismo, ese que te obliga a cambiar de teléfono móvil cada vez que sale un nuevo modelo, es depredador para el ambiente y va en detrimento de tu individuo.

¿Y cómo combatimos esas ansías de consumir, las insistentes publicidades con las que nos bombardean, a aquellos que se jactan de ser mejores personas por tener un mejor automóvil
que el tuyo? Simple, racionaliza el consumo y recuerda este artículo. Seguir como una oveja las modas no te hace mejor individuo. Y, aquellos que se crean ser mejor que tu por tener lo último en tecnología, no son más que seres primitivos que no han podido reponerse al instinto de nuestros antepasados. Eso, o tienen la autoestima baja y un pene pequeño.

Como dice este artículo del diario La Nación de Argentina, excelente por lo demás, siempre ten en cuenta que "el consumo es la vida en su adecuada y saludable conexión con lo que somos o con lo que necesitamos ser en cada coyuntura o en cada momento. O, en todo caso, con lo que aspiramos a ser en un futuro razonablemente cercano. El consumismo, en cambio, es el hijo dilecto de una fantasía que altera o distorsiona nuestra propia realidad o nuestra propia imagen, convirtiéndonos en esclavos, en un remedo de lo que somos o en la imagen de lo que nunca seremos."

martes, 11 de noviembre de 2008

Ley de Murphy


“Si algo puede ir mal, irá !! ….y será en el peor momento.
Si dos cosas pueden salir mal, ocurrirán al mismo tiempo.”
Edsel Murphy, la Ley de Murphy




Cuántas veces hemos puteado al pobre de Murphy por haber inventado esta ley! tal vez innumerables veces. Quizás desde tiempos inmemoriables, hemos intentado que las cosas salgan bien, pero hay siempre algo... una predisposición tal vez que nos lleva a que las cosas no funcionen. Fatalismo? mmm puede ser. Una vez escuché que son las mismas personas quienes se predisponen a que las cosas salgan mal.... pero, será tan cierto?
Hay muchas situaciones que están fuera del control de las personas... entonces, cómo es posible predisponer un hecho si no todo el control está sobre lo que pensamos hacer?

Si bien es cierto, y tratando de relacionarlo con otros conceptos que tal vez tienen mucho que ver con la ley de Murphy, probablemente podamos ver como un eslavón de la cadena de hechos desafortunados al fatalismo.

El fatalismo, viéndolo desde un prisma mas filosófico, se refiere a que todo lo que ocurre y todos sus detalles está determinado de antemano por el Logos o la divinidad. Pero en contra de lo que pudiese pensarse, esta misma ideología no lleva al pesimismo, y solo por una cosa: básicamente porque esta ley casi "inexorable al universo" es providente y busca el mejor bien del conjunto; los males particulares son necesarios para la perfección del universo, por lo que es mejor aceptar con buen ánimo los designios y avatares de nuestas circunstancias personales.
Hay una consigna de Panecio que dice "debe perecer el individuo para que exista el todo" expresa perfectamente esta idea de lo inevitable del mal particular para el bien del todo. Las creencias fatalistas no pueden defender la libertad externa, la libertad entendida como capacidad para actuar y cambiar radicalmente el mundo para acomodarlo a un fin. Sin embargo podemos creer en la libertad interior, la libertad de la conciencia personal y de la voluntad para mantener de forma férrea la vida virtuosa. El ámbito del espíritu es una región de la realidad a la que ningún tirano puede llegar. El hombre verdaderamente libre es aquel que no es esclavo de sus pasiones, aquel que reacciona de acuerdo con su racionalidad.

Después de haber planteado éstas ideas... será que Murphy era un fatalista empedernido?, o será que al igual que muchos de nosotros, analizó de tal manera las situaciones que vivía que llegó a la conclusión de que la vida es una cadena de hechos (independientemente de si estos hechos son malos o buenos, siempre tienen una consecuencia desastroza). Ahora bien. En cierto modo no es tan malo ser a veces fatalista o bien "derrotista"...en cierto modo hay cosas que se ven con tanta inseguridad que son vulnerables al pensar del común de la gente, y es evidente que siempre cuando nos sintamos vulnerables ante una situación, reaccionemos de esa forma con pesimismo y escepticismo en cuanto al éxito de una acción.

En fin... a continuación les dejamos las leyes de murphy... tristes, pero ciertas.
  1. Si algo puede salir mal, saldrá mal.
  2. Todo lleva más tiempo del que usted piensa.
  3. Si existe la posibilidad de que varias cosas vayan mal, la que cause más perjuicios será la única que vaya mal.
  4. Si usted intuye que hay cuatro posibilidades de que una gestión vaya mal y las evita, al momento aparecerá espontáneamente una quinta posibilidad.
  5. Cuando las cosas se dejan a su aire, suelen ir de mal en peor.
  6. En cuanto se ponga a hacer algo, se dará cuenta de que hay otra cosa que debería haber hecho antes.
  7. Cualquier solución entraña nuevos problemas.
  8. Es inútil hacer algo a prueba de tontos, porque los tontos son muy ingeniosos.
  9. La naturaleza siempre está de parte de la imperfección oculta.
  10. La madre Naturaleza es una perezosa.
  11. Es imposible enseñar algo a alguien que cree saberlo.
  12. Cuando se intente demostrar que algo no funciona, funcionará. Esta ley es aplicable en viceversa.
  13. No puedes ganar más de 3 veces seguidas. (a menos que trates de demostrarlo)
  14. Si te despiertas de buen humor, siempre habrá algo que vuelva malo el día.
  15. Cuando buscas algo, encontrarás todo lo perdido, menos lo buscado.
  16. Cuando pares de buscar algo, lo encontraras.
  17. Cuando busques algo, en el ultimo lugar que lo busques, alli estará
  18. El oro hace las reglas

jueves, 6 de noviembre de 2008

Creer v/s Pensar


"La mayoría de los hombres prefiere y encuentra más fácil creer que tomarse el trabajo y la preocupación de investigar"



Es mas rápido mirar las cosas de una forma superficial que tal vez darse el ánimo de pensar un poco y razonar acerca de lo que nos rodea. Es mucho más fácil creer en lo que una colectividad de personas dice que existe, como un mito, el que se hace cada vez mas fuerte, generación tras generación. Pero pareciera no ser un mito... o el mito más popular alrededor del mundo. Desde hace cientos sino miles de años se nos ha estado mintiendo... no lo digo a nosotros como país, o como seres individuales. Lo digo de forma más general.

NOS METEN EL DEDO EN LA BOCA, NOS REVUELVEN LOS INTESTINOS, PERO NO SOMOS CAPACES DE ADVERTIRLO

Si bien es cierto, es mucho más fácil no pensar y solo creer, debemos intentar al menos razonar acerca de algunos puntos que se nos presentan a diario, mientras trabajamos, estudiamos o simplemente perdemos el tiempo mirando la pantalla del televisor.
Hay un planteamiento de Nietzsche en su libro "El Anticristo", en donde, precisamente, toca el tema de la búsqueda de la felicidad y la verdad, entre visionaria y compartida con su tiempo, sobre la religión. En su escrito plantea que sólo cada uno de nosotros sabe dónde encontrar la felicidad... pero primeramente, se pensó en seguir una "senda" para poder hayarla. Bueno, esa senda es actualmente la religión. Concepto que, tal como en posteos pasados hemos señalado, ha sido el gran amigo de la ignorancia durante muchísimo tiempo. Dentro de esa senda, existe una "meta"... esa meta sería, en este caso ¿el cielo? Ahora la pregunta más directa es la siguiente: ¿Porqué seguir reglas para encontrar la felicidad? ¿porqué debemos pensar que todos los planteamientos que nos plantea una religión deben ser efectivamente aplicados para encontrar la felicidad? ¿porqué si no cumples se te castiga?

¿Qué es bueno? - Todo lo que eleva el sentimiento de poder, la voluntad de poder, el poder mismo en el hombre.

¿Qué es malo? - Todo lo que procede de la debilidad.

¿Qué es felicidad? - El sentimiento de que el poder crece, de que una resistencia queda superada.

No apaciguamiento, sino más poder; no paz ante todo, sino guerra; no virtud, sino vigor (virtud al estilo del Renacimiento, virtù, virtud sin moralina).

Los débiles y malogrados deben perecer: artículo primero de nuestro amor a los hombres. Y además se debe ayudarlos a perecer.

¿Qué es más dañoso que cualquier vicio? - La compasión activa con todos los malogrados y débiles - el cristianismo... "

(Nietzche, 'El Anticristo')

Es tanto el terror de la gente de pensar en que tal vez las cosas son malogrables a través de nuestras propias acciones, que prefieren creer que hay alguien superior que realmente los va a perdonar y ayudar en el caso de que equivoquen sus acciones... las que, obviamente están regidas por una serie de prohibiciones, o en este caso "mandamientos". Los mandamientos rigen a prácticamente todos los creyentes... si no los cumples, se te condenará a una eternidad en las tinieblas, pero sin embargo, Dios no es tan omnipotente, porque no puede salvarte de ese "castigo". ¿Y dónde está Dios en ese entonces, me pregunto?

Tal como lo plantea Nietzsche, es en ese preciso momentos en donde a partir de la debilidad y decandencia del ser humano, se hace presente la divinidad e la decadencia, convertida en el Dios de los fisiológicamente retrasados, de los débiles. Aunque claro, no son llamados "débiles", sino "buenos" (y tambien podríamos decir "santos"). Esta misma debilidad permite una dualidad sobre el "Dios Bueno" y el "Dios Malo". El Dios bueno: dueño de los buenos deseos, las buenas acciones, las obediencias, la humilidad y los buenos actos.

El Dios malo: el dueño de los bajos instintos del dios bueno. El alter ego de quien tiene buenas intenciones y demases ¿porqué tiene un dark side?¿ese dark side está predispuesto para darle más realismo a eso que parece ser la verdad absoluta para todos quienes creen en alguna religión?
Realmente, si no existiera este Alter ego, probablemente nadie se tragaría el cuento de milagros, resucitación, caminatas sobre el agua y perdón eternos, con castigos de por medio.

El problema de fondo, es que nadie, salvo algunos, se han dedicado a investigar acerca de lo que se plantea en el mundo como verdades absolutas. A la humanidad no le importa pensar en que tal vez todo el tiempo les han estado mintiendo. No les interesa saber si efectivamente lo que se comunica en una misa, lo que se publica en un diario o lo que está al aire en televisión, es cierto o no. Esto, única y exclusivamente pasa porque es la misma gente quien consume basuras, la que no se interesa por hacer efectivo su derecho a información de verdad, responsable y no sesgada.

Finalmente, son los medios los que te entregan cada día la información tan desmenuzada que tu solo la ingieres, pero no sabes lo que estás consumiendo, no puedes saber si lo que se está informando en tu matutino favorito es cierto o tiene un sesgo editorial, político, religioso, intelectual, social, económico o de otra índole, porque no tienes como saberlo.

Somos presas de medios que dedican sus mejores esfuerzos a "desviarnos la perdiz" y a darnos solo lo que vende, sólo lo que le interesa a tu gobierno que pienses, que te atontes con farándula, que vivas en una burbuja, mientras se te oculta la verdad de todo lo que ocurre a tu alrededor.


?

¿Está dispuesto Dios a prevenir la maldad, pero no puede?
Entonces no es omnipotente.

¿Puede hacerlo, pero no está dispuesto?
Entonces es malévolo.

¿No es él capaz ni tampoco está dispuesto?
Entonces, ¿por qué llamarlo Dios?".


A.

No podria decirlo mejor...

"Religion: Hija del Temor y la Esperanza, que vive explicando a la Ignorancia la naturaleza del lo Incognoscible"

Ambrose G. Bierce (Ohio, Estados Unidos, 24 de junio de 1842 – ¿1914?)